Evangelio (Jn 10, 11-18)
El buen pastor da su vida por las ovejas
En aquel tiempo, dijo Jesús:
–«Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor.
Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».
Comentario
Jesús resucitado es el Buen Pastor que cuida de cada una de sus ovejas que somos nosotros. Él nos conoce personalmente, nos llama por nuestro nombre y nos da lo que más necesitamos. Ahora, como en verde pradera, le adoramos y nos dejamos cuidar por Él.
—«Yo soy el Buen Pastor. El Buen pastor da la vida por las ovejas». Jesús es el buen pastor, que entrega su vida en la cruz por la salvación de los hombres. No hay otro en donde encontrar la salvación. No es como otros pastores que intentan atraerme para su propio beneficio (como los asalariados). ¿Tengo a Cristo como mi único pastor? ¿Me dejo guiar y cuidar por Él? ¿Huyo de los malos pastores?
—«Conozco a mis ovejas y las mías me conocen». Entre Jesús y sus ovejas hay una relación de amistad («Ya no os llamo siervos… a vosotros os llamo mis amigos» Jn 15,15). Jesús me conoce por mi nombre y sabe como soy. Él quiere revelarme sus secretos. Me invita a tener una relación de intimidad entre los dos, compartiendo todo lo que tenemos, el criterio, los propios sentimientos… ¿Considero a Jesús como mi amigo íntimo? ¿Me dejo querer por Él?
—«Yo doy mi vida por mis ovejas». Yo soy su oveja. Dios Padre me ha puesto en sus manos, para protegerme, cuidarme y darme la salvación. “Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día” (Jn 6,39). Jesús hace lo inimaginable para salvarme, para que no me pierda; pero necesita que me deje cuidar por Él. ¿Me siento su oveja? ¿Vivo mi vida con el gozo de ser su oveja?
—«Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil… escucharán mi voz, y habrá un solo rebajo y sólo pastor». Jesús se preocupa de aquellos que no le conocen y no han descubierto su amor. Y nos da la garantía de que un día todos los hombres estaremos unidos por ser un solo rebaño bajo su callado ¿Rezo y ofrezco mi vida por aquellos que no han descubierto a Cristo como Buen Pastor? ¿Vivo con la esperanza de la unión de todos los hombres en Cristo?
Poesía: Lope de Vega
Pastor que con tus silbos amorosos | me despertaste del profundo sueño, | Tú que hiciste cayado de ese leño, | en que tiendes los brazos poderosos
Vuelve los ojos a mi fe piadosos, | pues te confieso por mi amor y dueño, | y la palabra de seguirte empeño, | tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres, | no te espante el rigor de mis pecados, | pues tan amigo de rendidos eres. Espera, pues, y escucha mis cuidados, | pero ¿cómo te digo que me esperes, | si estás para esperar los pies clavados?
Peticiones
—Por la Parroquia: Para que en nuestra parroquia surjan vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
—Por la Iglesia: Por los sacerdotes: para que con su vida muestren a Cristo Buen Pastor.
—Por el Mundo: Por la paz en todo el mundo.
Oración final
Dios todopoderoso y eterno, condúcenos a la asamblea gozosa del cielo, para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le ha precedido la fortaleza del Pastor.