«La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la Liturgia solemne. …La música sacra, por consiguiente, será tanto más santa cuanto más íntimamente esté unida a la acción litúrgica, ya sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unanimidad, ya sea enriqueciendo la mayor solemnidad los ritos sagrados» (Concilio Vaticano II. Sacrosatum Soncilium 112)

La solemnidad de la celebración de los misterios sagrados, especialmente la Eucaristía, requiere de la alabanza a Dios a través del canto. La música en la liturgia no está simplemente para embellecer o para entretener en las celebraciones, sino que es el modo de entrar en relación de forma comunitaria con Dios a través de la Alabanza.

La melodía y la letra de los cantos ha de ir en consonancia con los misterios que celebramos. Las letras, más que expresiones de sentimientos humanos encerrados en sí mismos, han de ser oraciones dirigidas a Dios, en forma de agradecimiento, de petición o de alabanza.

En nuestra Parroquia, además de las personas voluntarias que dirigen los cantos en las misas, hay un coro juvenil que realiza un ministerio litúrgico, en la misa de 11 de las familias, de los domingos y días festivos. Este coro está abierto a más personas que quieran colaborar, ofreciendo su capacidad para cantar.

El coro de la parroquia tiene los ensayos los sábados por la mañana, a las 12, y canta en la misa de 11 de los domingos.