El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia; los demás viernes de Cuaresma son días de abstinencia
A la ley de la abstinencia están obligados cuantos han cumplido catorce años. Prohíbe el uso de carnes, pero no el uso de huevos, lacticinios y cualquier condimento a base de grasa de animales. Es además aconsejable que para manifestar el espíritu de penitencia propio de la Cuaresma, se priven los cristianos de gastos superfluos tales como los manjares o bebidas costosos, espectáculos y diversiones.
A la ley del ayuno están obligados todos los fieles desde los dieciocho años cumplidos hasta los que hayan entrado en los sesenta. Obliga a hacer una sola comida durante el día, pero no prohíbe tomar un poco de alimento por la mañana y por la noche.
(Cf. Pablo VI Paenitemini ; CIC 1249-1253.97; CEE (21-11-86); CEC 2043).